
¿Cuántas veces hemos escuchado que se te pasó el tren, o que ya es muy tarde para estudiar, o cuando vas a tener hijos, y la boda?
¿Según quién el tren de MI vida debería haber pasado años atrás?
Estoy de acuerdo que hay algunas cosas que obvio cambian con el paso de los años, pero eso no tiene nada que ver con las etapas de la vida y como las vivimos.
En ocasiones conseguimos un muy buen empleo o hasta hay quienes se convierten en empresarios antes de graduarse, y terminan la carrera después de los 30… ¿y? ¿que paso? Absolutamente nada.
A veces nos convertimos en madres muy jóvenes y luego nos casamos y ya cuando hay mas tiempo estudiamos y créeme que esto no cambia en nada en que puedas ser feliz.
Lo mismo pasa si estudias, te casas y luego tienes hijos.
Cada quien vive de manera distinta cada “etapa” de su vida.
Es aquí cuando en mi opinión cuentan las decisiones que tomamos y el seguir luchando siempre por nuestros ideales. El seguir buscando la superación personal, profesional y espiritual es lo que hace que valga la pena.
No importa la edad que tengas, lo importante es no darse por vencido, disfrutar y aprender de cada experiencia que la vida nos regala sin dejar al lado las personas que se cruzan en nuestro camino.
Y algo muy pero muy importante es el NO juzgar a la gente por no hacer las cosas “como se debe”. A veces como sociedad somos muy duros y juzgamos sin saber las historias. Puede ser que alguien no terminó sus estudios por que tuvo que trabajar para ayudar a su familia o que fue madre soltera por que abusaron de ella o porque enviudó; o que tal cuando juzgamos a las mujeres por que se la pasan trabajando y ya se esta haciendo mayor en lugar de tener hijos ya… ¿sabes si lo a intentado y no ha podido? Hay muchas historias detrás de cada persona que no tenemos porque saber.
El hecho es que debemos respetar y no juzgar porque cada uno de nosotros tenemos nuestro propio reloj y ninguno es igual al del otro.
Recuerda que vas a TU tiempo, ni tarde ni temprano.
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